Noticias de la semana - 15
SenseTime es la startup de inteligencia artificial de la que
todos hablan, ya vale 4.500 millones de dólares
En China hace años que se puso en marcha una Skynet real: un
gigantesco sistema de videovigilancia con 20 millones de cámaras que vigilan a
sus ciudadanos y reconocen sus caras para saber quién estuvo en cierto sitio en
cada momento. ¿Cómo lo hacen?
El secreto está en el software de inteligencia artificial
desarrollado por SenseTime. Esta startup china se ha convertido en la joya de
este segmento, y una reciente ronda de inversión ha hecho que su valor de
mercado alcance ahora los 4.500 millones de dólares.
Una valoración espectacular para una startup de IA
La ronda de inversión llevada a cabo por SenseTime Group
Ltd., con sus oficinas centrales en Beijing y Hong Kong y fundada en 2014, ha
hecho que sus responsables se hagan según Reuters con 600 millones de dólares.
En esa ronda han participado empresas de comercio
electrónico como la china Suning.com o la empresa de Singapur Temasek Holdings,
pero el principal inversor ha sido el gigante de este mercado, Alibaba.
En la anterior ronda SenseTime "levantó" 410 millones
de dólares y tenía una valoración de 1.500 millones de dólares en el mercado,
pero los analistas indican que tras esta nueva ronda su valor ha ascendido
hasta los 4.500 millones de dólares. Empresas como Qualcomm o fondos de
inversión chinos como CDH o Sailing Capital participaron en esas primeras
rondas que han convertido a SenseTime en la startup de moda en este ámbito. La
pregunta es, ¿por qué?
El secreto está en el reconocimiento facial
La empresa lleva tiempo especializándose en el análisis y
reconocimiento tanto de caras como de imágenes a gran escala, y de hecho sus
soluciones son las que utiliza el gobierno chino para ese gigantesco programa
SkyNet con el que vigilan a sus ciudadanos con el objetivo de reducir las tasas
de criminalidad.
En China estos esfuerzos llevan impulsándose desde hace
tiempo: el pasado verano las autoridades chinas anunciaron su intención de
convertir al país en motor mundial de la inteligencia artificial. Según
estimaciones como la de Price Waterhouse Coopers, el segmento de la
inteligencia artificial generará 15,7 billones de dólares en 2030 (con
"b" de billón español).
El vicepresidente de Alibaba, Joe Tsai, explicaba cómo
"estamos impresionados por sus capacidades de I+D en los campos del
aprendizaje profundo y la computación visual. Nuestros negocios en Alibaba ya
están mostrando beneficios tangibles de la inteligencia artificial y estamos
comprometidos con futuras inversiones".
La empresa cuenta con más de 400 clientes en distintos
mercados verticales como el de la automoción, los dispositivos móviles o el
desarrollo de "smart cities", y entre ellos están Honda, NVIDIA,
Huawei, Weibo, Oppo, Vivo o Xiaomi. Sin embargo su gran éxito lo ha conseguido
al implantar los citados sistemas de vigilancia tanto en Skynet como en esas
nuevas gafas inteligentes que llevan las fuerzas policiales chinas.
Viper, la nueva plataforma de reconocimiento facial a gran
escala
Con esta inversión SenseTime podrá captar nuevo talento para
hacer crecer la empresa —pretenden llegar a los 2.000 empleados este año—, pero
además tendrán recursos suficientes par construir cinco supercomputadoras en
grandes ciudades en las que funcionará Viper.
Este servicio con ese nombre en clave analizará los datos de
miles de cámaras que permitirán impulsar más esos sistemas de videovigilancia y
reconocimiento facial con el objetivo de controlar a la población reducir la
criminalidad.
Según su diseño actual, Viper reenvía todas esas emisiones
provenientes de escánares faciales, cajeros automáticos o cámaras de tráfico
para contrastarlas e identificar a todo tipo de ciudadanos. La idea es lograr
mezclar 100.000 de esas emisiones o fuentes de forma simultánea, algo que
permitiría perseguir a sospechosos de todo tipo de delitos.
Este tipo de soluciones ha hecho que lógicamente aparezcan
las críticas por la amenaza a la privacidad que imponen. Las fuerzas de
seguridad chinas indican que estos sistemas "no afectan a la privacidad
porque solo personas autorizadas pueden acceder a ellos".
Ko cierto es que la regulación china facilita el avance en
este segmento, y como apuntaba Jim Breyer, inversor indirecto en SenseTime a
través de IDG, "en China existe una ventaja en áreas como el
reconocimiento facial por la [legislación de] privacidad que existe tanto en
Estados Unidos como en la Unión Europea".
El ejército quiere hacer una IA que simule el cerebro
humano. Los expertos saben que hay una mejor manera.
No importa cuántas veces escuches que la inteligencia
artificial nos convertirá en esclavos humanos y se apoderará del mundo, es
difícil de creer cuando nos enfrentamos constantemente con la IA que es
consistentemente estúpida. Algunos recordatorios: Alexa una vez jugó porno cuando alguien solicitó una canción para
niños; AI jugando a uno de esos viejos juegos de computadora basados en texto se atascó cuando seguía dando órdenes sin
sentido.
Si bien eso nos puede salvar de una situación tipo Skynet,
es problemático ya que usamos AI para aplicaciones cada vez más sofisticadas,
como las prótesis robóticas, escribe Justin Sanchez de DARPA en el Wall Street
Journal . Los cerebros y las computadoras procesan la información de manera muy
diferente, y el software para un brazo protésico no puede mantenerse al día con
todas las formas diferentes en que el cerebro de una persona puede intentar
controlarlo. El resultado es que las prótesis pasan muchísimo tiempo sentadas
quietas.
¿Qué pasa si el software se adaptó mejor a cómo funcionan
realmente los cerebros?
DARPA cree que encontró la respuesta: entrenar a la IA para
leer y adaptarse junto con las señales del cerebro, aprendiendo lo que estamos
pensando y por qué mientras lo hacemos. En resumen: enseña a la IA a funcionar
más como el cerebro humano.
Suena bien, ¿verdad? En la práctica, sin embargo,
significaría saltar un obstáculo mucho más grande, que ha hecho tropezar a una
gran cantidad de investigadores en su carrera para crear una máquina realmente
inteligente: averiguar cómo funcionan nuestros cerebros. Hacer eso permitiría
una interfaz perfecta entre el cerebro y la máquina que podría, para continuar
su ejemplo, dar a las personas con amputaciones un control perfecto sobre sus
extremidades artificiales. Y si su plan no fue tan malo, incluso algunos
científicos especulan sobre si la IA
podría alucinar o desarrollar depresión.
Oye, pero hay algo útil para saber sobre el cerebro humano:
realmente no tenemos idea de lo que está sucediendo allí.
Y da la casualidad de que varios investigadores líderes de
IA piensan que intentar decodificar e imitar el cerebro humano es una pérdida
de tiempo.
Max Tegmark, un físico del MIT y director del Instituto
Future of Life, tiene unas pocas palabras para aquellos que intentan recrear
digitalmente el cerebro humano. A saber, lo llama "chauvinismo de
carbono".
"Estamos demasiado obsesionados con la forma en que
funciona nuestro cerebro, y creo que eso muestra una falta de
imaginación", dijo durante un panel sobre IA en septiembre pasado.
"El progreso principal en este momento y en el futuro
cercano será lograr una actuación a nivel humano sin tener todos los detalles
del cerebro humano resueltos", dijo Bart Selman, investigador de IA en la
Universidad de Cornell, a Business Insider .
No hay nada de malo en imitar el mundo natural en la
tecnología. Para un amputado que controla una prótesis, un software basado en
cómo el cerebro procesa el lenguaje podría ser invaluable.
Pero la clave está en inspirarse en la biología existente
mientras se crea algo nuevo basado en el marco de la tecnología misma , en
este caso, la inteligencia y el procesamiento de la información.
Hay una muy buena razón por la cual las primeras máquinas
voladoras no imitaron la forma en que vuelan los murciélagos, y los primeros
autos no se basaron en caballos y carritos: la gente lo intentó y fueron
terribles. AI no es diferente. Y cuanto antes podamos alejarnos de la idea de
que deberíamos intentar copiar una computadora increíble que no entendemos
(nuestros cerebros), más podrá avanzar la inteligencia artificial.
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